No me pidan que no cante
cuando tenga una guitarra
si con ella doy palabras
de sutil inspiración.
Así desde el alba
antes que el mismo gallo,
se pone celoso acaso
pero yo canto mejor.
Siempre transcurre el día
con mi música y mi poesía;
no me digan que es mentira
lo que nace del corazón.
Donde el alma se expresa
deben prestar mucha atención
los que sólo usan la cabeza
se les nubla la razón.
Son como estatuas,
como sombras en la noche,
sólo viven de reproches,
no conocen ningún don.
Prefiero ser quien escribe
estos versos tan sencillos
a ser un señor aburrido
hecho de vacía educación.
1 comentario:
Me gustó mucho este poema,esto se llama verdadera vocación.
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