El tiempo siempre
deja todo muy lejos,
el dolor, la alegría.
Se torna una caricia
al alma cuando recordamos
todas las cosas perdidas.
Se lleva consigo,
tantas palabras, sueños,
ilusiones y fantasías.
Quizás al paraíso,
tal vez a ese lugar de dicha
que esperamos algún día.
O acaso no pase nada,
simplemente se desvanezca
en la nada la melancolía.
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