secas de la
tristeza,
en un otoño de
vida,
de memorable
belleza.
Para esperar con
ansias
la llegada de la
primavera,
florecer de
nuevo a la dicha,
comenzar una
nueva era.
Ser un nuevo
árbol
que silente
espera
al sol bañando
sus ramas,
colmarlas de estrellas.
Afianzar mis
racies
lo más profundo
que pueda
para resistir
las tormentas
fuertes que me
esperan.
A mi sombra
canten las aves,
hagan sus nidos
con presteza,
llenarme de
música y alegría
de nueva vida en
su esencia.
Y si me toca
morir,
quedar en pie a
pesar de todo;
algún brote
nuevo crecerá
de mi vacía
corteza.
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