Si algo he aprendido,
o al menos eso creo,
es que no debemos
caer en el desasosiego.
Por oscura que sea la noche
en algún momento veremos
salir lejos el sol enorme
en el horizonte del tiempo.
Un nuevo día nos sorprende
aún con los restos quebrados
de un pasado que no regresa
por más que lo queramos.
Nos queda seguir adelante,
no hay otra dirección posible;
quedarse quieto es morirse
rendidos antes del límite.
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