Eres silencio,
esa ausencia cotidiana,
esa sensación extraña
de que algo hace falta.
El aire que respiro
me deja conmovido,
añorando lo perdido,
lo que nunca pasa.
Pero estás de todas formas,
no te has ido de esta casa;
te veo en los rotos espejos,
cuyos reflejos me dañan.
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