Desconozco tu rostro
cuando lo veo en fotos;
éramos esos los de antes
muy distintos a los otros.
Unos seres impensables
en este tiempo remoto,
donde todo es distinto,
donde todo se ha roto.
La sonrisa distante duele
como una mueca siniestra,
como si fuera una queja
de la felicidad deshecha.
Al menos me queda algo
parecido a la nostalgia;
una paz extraña y profana
embarga mi pobre alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario