El ocaso señala
el día que termina,
la noche llega tímida
oculta en la neblina.
Las estrellas despiertan
poco a poco ahí arriba,
como pequeños faros
que muy alto brillan.
La brisa juega sola
con las ramas dormidas,
cae alguna pobre hoja
a la tierra que palpita.
Camino en ese paisaje
como mágico que recita,
en su silencio profundo,
tu nombre en mi vida.
viernes, 14 de febrero de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
ESCRIBO
Ya no escribo pues siempre repito los versos aburridos donde te describo. Las rimas acaso son fórmulas mágicas; contando palabras llego a la...
-
No creas en nada de lo que ves apenas, es por lo común la regla de que sean quimeras. Dibujadas ideas, albures en laberintos donde se pierde...
-
Eres parte mía de extrañas maneras; mi luna mi estrella, mis horas oscuras también te llevan. Camino sonriendo al saberte muy cerca de mis s...
No hay comentarios:
Publicar un comentario