Es así la vida;
es así el destino,
todo determina.
Nadie se salva
de la herida provocada
por esa lanza.
No hay caminos
más que el laberinto
donde nadie escapa.
Donde vemos arriba
buscando esa estrella,
esa guía solitaria.
Pero caemos al fondo
de la fosa excavada
con nuestras palabras.
Todo estaba escrito
hace cientos de milenios;
apenas somos reflejos.
Sombras de la nada
con una conciencia leve,
acaso sin alma.
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