Si miro al cielo
en la noche silente,
entre estrellas perdidas
casi puedo verte.
La brisa trae consigo
tu voz recitando ausente
ese último poema tuyo
que leo a veces.
Nada hago sólo espero
ese leve milagro acaso
como quien supiera
que todo es diferente.
Como si anhelara
verte llegar una mañana
sin saber que ya nada
queda de tu alma.
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