Siempre escribo
en modo automático,
las palabras nacen
en lo inmediato.
Lo que se dice
de a poco se va armando
sobre la marcha misma
de su significado.
Una luz que no veo
ilumina mis manos
para que escriban
veloces apenas algo.
Capto lo que puedo
en ese instante eterno
donde no existe el tiempo,
soy un ser perfecto.
Una instancia elevada
de mi alma que se arrima
hasta los límites estos
de mis pensamientos.
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