una excusa para estar lejos,
una razón acaso para dejar
este mundo tan incierto.
Para el triste olvido
que no es más que un vacío,
nada más que una mera excusa
de quienes, muy cobardes,
eligen ese terrible camino.
Pero acá estamos aún vencidos,
con cosas hundidas en el alma
que a veces nos generan ansias,
nos quitan la alegría, la paz misma,
la sonrisa de cada día, necesaria.
Debe haber algo que conecta
de alguna extraña manera
las almas, las ideas, la espera
de que vez alguna se pueda
abrir tantas cerradas puertas.
Quebrar esa daga siniestra
que se impone en el cuello
de un mundo que piensa
lo que una sombra les dicta
escondida en su cueva.
Quien sabe si se pueda
al menos intentar llevar a cabo
una revolución de palabras
las cuales serán enunciadas
por generaciones nuevas.
Por eso, de alguna manera,
los astros se conjugaron
en una forma perfecta
para tenernos cerca.