No voy a negarte,
eres parte del pasado,
de ese tiempo perdido
de sueños quebrados.
Las mañanas claras
de sol nuestro aliado,
de días llenos de dicha,
noches de sueños mágicos.
Juventud bendita
creyente de fantasías,
con esa clara sonrisa
de la inocencia misma.
Pero el tiempo arrasa
en su paso las mentiras,
la verdad es cruda siempre,
nos despoja de la dicha.
Se llama experiencia
esta profunda tristeza,
este oscuro silencio
en nuestra existencia.
Se llama ausencia
lo que ahora me dejas,
en el alma que se apaga
cual lejana estrella.
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