No es demasiado nunca
todo lo que a veces pasa,
es el destino que dibuja
mariposas doradas.
En el cielo la luna
nos sonríe tan clara
que nos anima el camino
en la vida que pasa.
Lo escrito queda
perdido en sus páginas,
redactamos nosotros
la historia cotidiana.
Somos escritores
aunque no lo parezca,
las cartas están marcadas
por nuestras palabras.
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