Puedes venir a buscarme
cuando así lo dispongas,
no temo a nada en la vida
por eso guardo mi sonrisa.
Si prefieres salgo a buscarte
de repente en cada esquina,
sin medir nada más que verte
cualquiera de estos días.
Siempre todo se termina
de alguna u otra manera,
es cuestión de tiempo apenas
para que el destino lo diga.
Nadie nunca acaso esquiva
la letal flecha de los días,
nos parte el alma en pedazos
cuales estrellas furtivas.
Nos deja en la nada misma
de un universo que no termina,
se renueva a cada instante,
siempre se resignifica.
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