No debas nada,
busca la felicidad
cada mañana.
Promete a tu alma
elevarla bien alto,
cima de la montaña.
Vuela sin cadenas
que te quiten la idea
de un cielo infinito.
Perdona lo sucedido,
perdónate a ti mismo
y serás así distinto.
No lleves contigo
los rencores malditos
que envenenan la vida.
Que sea tu sonrisa
fiel y sincera la dicha,
una verdad digna.
Después veremos la cita
con el más allá si amerita,
ese final que nadie quita.
Esa llegada donde todos
vamos aunque lo neguemos,
es parte del mismo prisma.
Parte de la realidad misma
que nos enseña la doctrina
de vivir sin mentiras.
viernes, 6 de marzo de 2020
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
ESTILO
Prefieres el silencio la fría distancia, perderte en el vacío del tiempo que calla. Caer rendida en los pensamientos que lleva el viento de ...
-
El tiempo lo cura todo, tiene el poder del olvido: aprendemos a aceptar cada cosa como destino. Perdonamos al pasar los días y la mela...
-
No me hablas, el silencio es la herramienta con la cual sutil manejas mis deseos de seguir mis días en la tierra. La nieve no llega en el fr...
No hay comentarios:
Publicar un comentario