Llegaste un día,
así, simplemente.
No te buscaba,
no sabía
que iba a conocerte.
Pero fue tu sonrisa
la razón de mis días.
Tus miraba fija,
tus palabras tibias
desafiaron mi suerte.
No era como siempre,
no era ya perderme.
Era un sueño nuevo
después de tantas noches
de insomnio impertinente.
Un suspiro en el desierto
de las posibilidades inertes.
Un poema mal escrito
en algunas paredes
para ofrecerte.
Y si si algo gano
es que el alma brilla.
Entre tanta desidia
una vez más salgo
de la tristeza misma.
miércoles, 15 de julio de 2020
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
ENCUENTRO
Existe un tiempo donde te olvido, donde perdido recorro caminos de encuentro. El destino puede ser bueno si mirar sabemos en los recuerdos d...
-
El tiempo lo cura todo, tiene el poder del olvido: aprendemos a aceptar cada cosa como destino. Perdonamos al pasar los días y la mela...
-
No me hablas, el silencio es la herramienta con la cual sutil manejas mis deseos de seguir mis días en la tierra. La nieve no llega en el fr...
No hay comentarios:
Publicar un comentario