Camina conmigo
tan sólo estos pasos,
toma, si puedes, mi mano,
quiero sentir ese calor
en mis recuerdos amargos.
Que la luna se quede
esta noche iluminando,
el color de tus ojos,
esa mirada que siempre
veo con mis ojos cerrados.
Esas palabras que dije,
esas palabras que respondiste
son ahora el libro sagrado
que repito como un karma
pero no pierde significado.
No se desvanece como el día
cuando llega el sol muy blanco
del verano que quema con su fuego
los pobres sueños que elevo
con tu nombre muy alto.
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