No olvides que no olvido
todo aquello que pasamos,
cuesta al alma despojarse
de lo que tanta luz le ha dado.
Pero reconozco mis errores,
en verdad nunca lo había pensado,
ahora ya estás lejos y el tiempo
corre dejando todo en el pasado.
Cuando éramos más jóvenes y felices,
cuando una mueca de inocencia quedaba
en los corazones que no entendían
que en esta historia nada está perdido.
Que por todo aquello que hagamos
alguna vez seríamos correspondidos,
sea lo malo, lo bueno, el destino
se encarga de compensar el equilibrio.
Así que simplemente seamos
lo que antes nunca hemos sido,
seres leales que se aman con sentido,
con la sincera voluntad de una vida
que se renueva si lo decidimos.
2 comentarios:
cuando entro a tu blog me siento identificada, pues con este escrito así fue... despojarse de lo que tanta luz nos ha dado, de dejar que el tiempo cure heridas, de dejar ser lo que nunca fuimos.... sinceramente, me ha encantado lo que acabo de leer... besos Tinchón
Debemos aprender a dejar ir. Suena a frase hecha pero es una verdad de la vida que nos ayuda a crecer aunque duela y cueste hacerlo.
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