Vos que estás de ese lado
esperando mis desaciertos,
buscando el justo momento
para hacer tu dura crítica
siempre desde tan lejos.
Te digo primero que leas
e intentes ponerte en el cuerpo
algún recuerdo, el que sea,
para poder así comprender
de una vez los sentimientos.
Porque si mi poesía es menor,
de esa literatura pseudo que nadie
en su sano juicio leería en serio,
debes saber que al menos intento
derramar en ella lo que siento.
Porque no busco la fama, ni dinero,
ni el libro que se vende en el comercio
vil de quienes consumen y consumen
tratando de llenar sus almas vacías
con productos del mercado incierto.
Prefiero la dulce melancolía
de escribir en el momento
aquello que siento y pienso
en sencillos versos que buscan
plasmar la emoción perdida
por cosas que no fueron.
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