Se equivocan cuando dicen
con tajantes argumentos
de tono psicológico serio
que nadie es perfecto.
No te conocen y por eso
se llenan la boca y escriben
tantos libros con esas mentiras
de que dios ha muerto.
O que no existe nada nuevo,
ni un dios, ni un ángel,
ni una estrella que cae del cielo
como un cometa de agua y fuego.
Son ignorantes y amargados,
se creen todo ese discurso
por sus mentes vacías creado
como un nefasto cuento.
No saben de tus hermosas manos,
de tu vientre que da vida,
de tu mirada, de tu sonrisa,
de tu alegrías y fracasos.
De tus esfuerzos cotidianos,
de tu belleza escondida
que brilla más que la luna
cuando te atrapa la melancolía.
Desconocen y no les importa
que tus piernas son obras
de tantos caminos transitados,
con pasos firmes y muy claros.
Pero yo que sé de todo eso,
como un loco y poeta que puedo
me enfrento a los sabios necios
diciendo que todo es perfecto.
Si hay amor hay milagros,
si hay ilusiones hay sentimientos,
si hay esperanzas existe el futuro,
tan sólo es cuestión de quererlo.
No me vengan con palabras muertas
en libros que se venden por peso
como papas en una verdulería,
una compleja y cara mercadería.
Que amen, que te vean dormida,
que se dediquen a besar tu cuerpo,
que tengan un proyecto de vida,
sean hombres y no hongos ciegos.
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