Caído en el olvido
de manera cotidiana,
como cae cada mañana
la noche que se escapa.
No tengo más nada
que unas pocas palabras;
nadie entiende los mensajes
encriptados en mi mirada.
Mis manos no son garras
que todo lo desgarran,
simplemente me sorprende
el tiempo que se acaba.
Como todo en la vida,
incluso la vida misma;
creo que en definitiva
de eso todo se trata.
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