No soy lo que buscas,
lo que esperas, anhelas,
ni siquiera esa sorpresa
del destino en tu puerta.
Esa palabra deseada,
esa mirada tan cierta,
que deje de lado los males
y veas mejor tu existencia.
Apenas si llego, a veces,
a ser un amigo siquiera,
cada tanto me recuerdas,
más veces me olvidas.
La verdad es culpa mía
por amarte de esta manera,
un loco que no mide nada
ninguna consecuencia.
Por eso este silencio,
esta distancia que manejas
con la destreza de un estratega
que sin escusas me deja.
No te pido que me olvides
si nunca me tuviste en cuenta,
me llevaré conmigo los sueños,
es lo único que me queda.
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