Nunca hace frío,
el invierno se aleja,
nos deja una primavera
extraña, perpetua.
Sin flores, ni árboles
con su fronda abierta
de hojas verdes frescas,
destellos de vida nueva.
Parece todo una apuesta
extraña del destino
que acorta estaciones
con sus consecuencias.
Las noches más largas
con sus distantes estrellas,
nos dejan ver una luna
que inspira poetas.
Pero el día es un remedo
extraño, sin esencia;
no es un verano, tampoco,
un día de frío apenas.
Parece una fantasía,
un extraño sueño todo;
una parodia de la vida
este universo nos deja.
viernes, 7 de junio de 2013
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