¿De quien son estos sueños?
¿Esta realidad donde vivo?
¿Este mundo, este cuerpo?
¿Estos sentimientos?
¿De quien el ocaso radiante
que al cerrar los ojos veo?
Pensamientos de que es tarde,
que nada de esto merezco.
Cada día que pasa siento
estar viviendo en un arte
de engaños que no creo.
Mis manos no son mías;
estas palabras muy frías
llegan de ninguna parte.
Son poemas, o su remedo,
con historias del infierno.
Un corazón siniestro.
late en mi pecho incierto.
Como si tuviera tanta vida,
como si poseyera estos recuerdos;
pero es en realidad la fantasía
de un albur que aborrezco.
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