Hay tanto para decir
que hilar me cuesta
todos los sentimientos
con estas torpes ideas.
Que decir de la soledad,
que decir del amor herido,
de la luna en el cielo frío,
de esta vida sin sentido.
Acaso pueda recitar
como un juglar lo acaecido
en una especie de Ilíada
torpe y de tono deslucido.
También podría cantar
como un payador perseguido,
aunque sin rimas y nada más
que este vacío infinito.
Pero todo es delirar,
anhelar lo que no he sido;
soñar despierto es una manera
de permanecer dormido.
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