donde nada nunca pasa,
en la seguridad calma
de la rutina cotidiana.
Secuencia de días
calcados en la instancia
extraña de la monotonía
cual espejo sin gracia.
Pero este es mi escudo,
esta es mi segura morada,
el castillo donde descanso
de los males que arrasan.
De ahí te veo pasar
cual una gaviota solitaria
en el cielo inalcanzable
de mis circunstancias.
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