Me pides un poema,
bueno, es lo que pienso,
donde hable del tiempo,
la distancia, el silencio.
Y en silencio contemplo
como pasa el tiempo
desde que estás lejos,
acaso demasiado lejos.
Me miras en los esteros
siempre fríos del río
donde zarpó el navío
del desencuentro.
Por eso ahora escribo
para seguir un poco vivo,
como en un desierto
con una gota más de vino.
Por eso ahora te digo:
todo lo pasado fue digno,
lo que vino después
no merece ser conocido.
Enmascaro en un texto
con unas ínfulas poéticas
que he sufrido tu ausencia
lo mejor que he podido.
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