Mi vida pura,
sonríes siempre,
nada te preocupa,
en tu mundo dulce
no hay dudas.
Corres inocente
sin medir peligros,
persigues grillos;
estrellitas breves
en tus manitos,
en tus bolsillos.
Tus palabras
son especiales,
tienes un lenguaje
que sólo los sabios
del amor entienden
y comparten.
Por eso ángel,
por eso que nada
ni nadie te dañe;
tesoro del cielo
a nuestra vida
llegaste.
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