Teníamos la clave de todo,
la sonrisa siempre cerca,
las manos siempre abiertas
acariciando la brisa fresca.
Las mariposas eran estrellas,
con sus alas dejaban estelas
de colores en el lejano horizonte
de un futuro lleno de providencia.
Nuestras palabras hacían historia
en los días que serían la memoria
de una vida juntos en dulce armonía,
con amor, con una cálida alegría.
Pero de repente todo cambia,
o quizás fue que el tiempo duele
y tarde o temprano hace su jugada,
para nosotros, la menos esperada.
Ahora, al ver como todo pasa,
creo que era algo que ya sabías
cuando te preguntaba en silencio
y respondías con la mirada.
domingo, 3 de octubre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
AVE
Si fuera ave inefable volaría por cielos azules a alturas infinitas. Nunca bajaría pues sería la brisa el sustento mismo de toda travesía. E...
-
No creas en nada de lo que ves apenas, es por lo común la regla de que sean quimeras. Dibujadas ideas, albures en laberintos donde se pierde...
-
Eres parte mía de extrañas maneras; mi luna mi estrella, mis horas oscuras también te llevan. Camino sonriendo al saberte muy cerca de mis s...
No hay comentarios:
Publicar un comentario