No seremos nunca viejos
mientras creamos en el cielo
donde todas las ilusiones
son aves que remontan el vuelo.
Dejemos que la luna lleve
consigo la tenue luz que ilumina
los caminos nuestros hasta un destino
que depende de la virtud que poseemos.
Porque cuando ese don se recibe,
hay que dejarlo crecer en el cuerpo,
por este medio el alma resplandece
y somos todos un poco eternos
No morimos porque somos seres nuevos,
casi ángeles cerca de un dios bueno,
luces como estrellas en el universo
maravilloso de lo perfecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario