sábado, 21 de marzo de 2009

AMADA MÍA (*)

Es más fácil herir a quien uno ama
que herir a quien uno odia.

Porque se unen tanto las almas
que el pétalo de una rosa alcanza
para dejar heridas muy amargas.

Es tan fácil pasar de ser infinitamente
feliz a ser infinitamente desdichado.

Porque la dicha se hace muy grande,
cada gesto, cada detalle es importante.

Cuando sólo el roce de tus manos falta,
cuando el perfume de tus cabellos
no se siente hace días en mi almohada.

Un abismo de desdicha se abre y estalla
en mil pedazos lo que resta de mi alma.

Y me digo poeta..

Y no hay mundos donde pueda soportar
tu ausencia; si al menos en tu recuerdo
hallara la paz tan anhelada.

El mundo de los libros es sólo letras,
dibujos, pictogramas.

El mundo de la música nada me dice
si no puedo enseñártela.

Si este universo se cierra, se acaba
la luna de tu nombre en mi alma.

¿Dónde estás?. Ahora que te pienso,
¿Dónde estás? Ahora que te espero.

Si una lágrima recorre mi rostro;
¿Dónde estás tú? Amada mía.

Para enjugarla y disiparla
en el brillo de tu mirada.


(En colaboracion con artemisa)

2 comentarios:

rara calma dijo...

q lindo poema! ejjeje
besos

Un sitio de poesía dijo...

Es tuyooo!!! jaja

Después nos peleamos por los derechos de autor jeje

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