He perdido la memoria,
oh... si pudiera saber tantas cosas,
por donde nace el sol, que son las horas.
Que es la poesía y la luna roja
en los cielos oscuros de una noche
que nos cubre con sus sombras.
Los otoños con sus ocres hojas
llevadas por el frío viento muy alto
para caer del cielo como mariposas.
Las alondras, las música maravillosa
que se esparce como un dulce aroma
de rosas suaves sin historia.
Sus espinas se han unido a mi carne
pero no duelen para nada porque abren
los poros del pensamiento y acaso
pueda traer algunos recuerdos.
Como era tu nombre, y tal vez un beso,
tus caricias, el roce de tu pelo;
aquel adiós, aquella ausencia
de palabras muertas y muy viejas.
3 comentarios:
¡Me fascinó el poema!
Saludos.
Carolina.
Muchas gracias por pasar!! Ya pasaré a leer y comentar tus capítulos.
Actualizá que me encanta este blog :)
Un besoo
Caro
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