Tus manos son delicadas,
suaves como el aire tibio
que sopla en las tardes.
Como las mariposas
que vuelan siempre solas
sin temor al viento.
O las hojas que en otoño,
son llevadas muy lejos
a destinos muy inciertos.
Tu mirada tiene el brillo
de mis sueños más hermosos.
Es tu boca un oasis
de besos que tanto ansío.
El tiempo es un recuerdo
de relojes y espejos.
Vivo, muero y sonrío
sabiendo que estás conmigo.
Que en esta vida encuentro
un tesoro escondido
en tus manos que acaricio.
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