Acaso te haya querido
conmigo toda una vida.
Soñé despierto que me querías
e inventé un mundo dorado
de ilusiones vacías.
Un espacio donde no me afectaban
los problemas rutinarios
que llegaban cuando te ibas.
Eso del tiempo es una mentira
inventada por quienes venden
sus relojes en las esquinas.
Porque no pasa nunca la tristeza,
no hay horas, meses, ni días
en los cuales diga tu nombre
y se quiebre mi alegría.
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