La bondad muchas veces,
se esconde detrás de la brisa,
de una pequeña flor silvestre,
de un halo de luz que nos visita.
Y la belleza es todo eso
porque reconforta la vida misma.
Si muchos supieran
las bendiciones cotidianas
que a diario los visitan
llenarían sus corazones de la dicha
inmensa de disfrutar
cada minuto de la vida.
2 comentarios:
si muchos supieran de esas bendiciones el mundo seria un poquito mejor....besitos tinchin!
Pero muchos están icegos ante estos milagros cotidianos.
Gracias Naty por pasar!
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