En silencio te observo,
no creo ser por quien lloras
pero hay tantas frases similares,
que me veo reflejado sin quererlo
en ese extraño espejo.
Acaso tal vez sea que regreso
a tu memoria como un frío espectro,
y todos tus lamentos sean mi culpa,
sea el verdugo de tus noches duras,
de tus pensamientos, de tu locura.
Pero estoy seguro que la vida
es como una rueda que siempre gira
y nos deja perplejos ante la rutina
de repetir los mismos errores,
mismo sufrimiento con otros nombres.
Rezo por tu paz y tu consuelo,
no niego que aún me preocupo y pienso
que no debo estar cuerdo ante esto,
pero aquí no se trata de razón pura,
simplemente de almas que algunas vez
en un tiempo lejano se conocieron.
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