Nunca me fui, siempre estuve,
entre las sombras y las nubes
de los días grises que tuviste,
era la brisa que te daba paz,
la sonrisa que nunca perdiste.
El recuerdo que silente persiste
como una tenue luz en las tinieblas
es como una pequeña estrella
en ese cielo que perdiste un día
tras la luna pequeña que se iba.
Estoy contigo, a tu lado siempre,
¿no ves acaso como se siente
el abrazo de mis pensamientos
en tu cintura que siempre quiero?
tus labios en ese beso latente.
Tus ojos me miran siempre
al cerrar mis ojos para no verte,
cuando recorro los tomos viejos
de los libros de nuestra vida,
como novelas que ya nadie lee.
lunes, 6 de diciembre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
EVOCACIÓN
No espero verte, ya está asumido que elegiste ese destino, ese camino. Ese viejo libro que leo escondido pierde los capítulos con todas las ...
-
El tiempo lo cura todo, tiene el poder del olvido: aprendemos a aceptar cada cosa como destino. Perdonamos al pasar los días y la mela...
-
No me hablas, el silencio es la herramienta con la cual sutil manejas mis deseos de seguir mis días en la tierra. La nieve no llega en el fr...
No hay comentarios:
Publicar un comentario