ARCANO

Comprendes el ocaso
como un mensaje lejano,
del día que se está yendo, 
la noche que va llegando.

Albores de las estrellas
que brillan muy lejano,
como pequeñas gemas 
en un manto extraño.

La luna es compañera
de tus silencios arcanos,
nadie sabe lo que dices,
acaso su significado.

Los sueños son algo
de un material amargo
porque al despertarte 
nada ha quedado.

Sólo el recuerdo 
un poco borrado
de lo que ha sido
una vida antaño.

NADA

Nada,
el silencio es una llaga
que no duele pero marca.

Cada palabra se muere
antes de ver la luz clara
del papel donde descansan.

Nada,
en mis manos no hay nada,
sólo al aire que se escapa.

Sólo el recuerdo de todo,
el olvido de nada, la paz,
ese silencio que mata.

MUDANZA

Me mudo siempre,
no la mudanza de irse,
si no la de decir nada.

La de quedarse vacío
de todo significado 
en lengua castellana.

Como si fuera asfalto
oscuro, siempre abajo,
me derrito y no se nota
en la sombra amarga.

Me mudo del sentido,
de los sentimientos,
de las todas las razones
para parecer cuerdo.

Pero no me voy lejos,
siempre caigo rendido
en las metáforas del hastío
de permanecer en silencio.

MIRADA

Ahora, a esta hora,
silente pienso en vos
sentado en el vacío
de mis horas lejanas.

Miro por la ventana
como el viento juega
con algunas hojas
que la luz destaca.

En la oscuridad
de esta humilde casa
descubro tu mirada
desde la nada.

Suspiro un momento
respirando los recuerdos
para dormir y conocerte,
ahí donde me llamas.

ACORDES

Rompo en pedazos
eso que llaman rima,
contra la pared arrojo
las palabras vacías.

Para quebrarlas, 
para que sean un enigma;
así se entretiene un poco
quien vea su anatomía.

Apelo a su inteligencia
con mi poca inteligencia,
con mi poca prosapia
de palabras movedizas.

Pero siempre fracaso,
ya casi por deporte,
tengo el vicio horrible
de la poesía primitiva.

Esa métrica que fluye
por mis venas sin prisa,
sale a borbotones
los papeles salpica.

Métrica que se opone
a la moda de que todo,
según se lea, es poesía,
una oralidad corregida.

Un certamen de eventos
dicho con gracia prístina,
hace simpáticos los versos
dictados ahí arriba.

Yo no escribo en voz alta,
no pienso en escenarios,
escribo lo que siempre callo,
lo que no digo si me miras.

Escribo con un molde
roto del pasado, en vano
hago todos los acordes
para un ritmo extraño.

DESPIERTO

El silencio me dice
todo lo que comprendo,
el sentido del universo
llega al pensamiento.

Mis manos escriben
palabras en papeles,
son como décimas
de poemas eternos.

La melodía del viento
entraña en sus acordes
la cifra de los átomos
que forman el universo.

Se rompe la barrera
entre espacio tiempo,
todo es un instante,
todo es un momento.

Un estallido de luces
esparcidas en la nada
que ya es algo distinto
a lo que era, cambia.

De pronto despierto
de ese extraño sueño,
me veo a mi mismo,
se rompe el silencio.

DESEOS

No vale nada,
como una moneda
de eras pasadas.

Un poco de tierra
en los puños
que se escapa.

La mirada vacía
en fotografías
sin magia.

Los recuerdos
con su misterio
de sueños viejos.

Es eso mi amor
ante el espejo
de tus deseos.

PASADO

Dime
si a lo lejos
ves el límite
de todo.

En ese 
lejano horizonte
donde las aves 
se esconden.

Donde el sol 
hace su morada,
cada mañana
antes del alba.

Si ves el pasado,
de ese lado del mundo,
siempre tan lejano,
siempre tan extraño.

PURA POESÍA

No mires
de lejos
la luna
absurda.

Es la noche
siempre oscura,
quien disfruta
su luz última.

Son tus ojos
los que precisan
el paisaje gris
color ceniza.

Donde todo
es y siempre,
para tu alma
pura poesía.

MURALLA

Pienso en vos,
en tu mirada,
en tus manos,
en tu cara.

Esa sonrisa 
llena de magia,
esas palabras 
que callas. 

Tus sueños,
mis ansias,
mis deseos,
tus ganas.

Tu negativa,
mi arrogancia,
estamos lejos,
una muralla.

POCAS

Pocas
palabras
caen apenas
de tu boca.

Como gotas,
gotas pequeñas
de una canilla 
rota.

El silencio 
es el argumento 
que manejas
con acierto.

Nada puedo 
hacer con eso,
más que irme
muy lejos.

AUSENCIA

Si me voy 
quien me recuerda,
quien dirá poemas
en mi memoria.

Cualquier espacio 
vacío tal vez se llena
de palabras alusivas 
ante la ausencia.

Si me voy apenas
unos milímetros,
cruzo la brana 
que nos separa.

Me vuelvo la nada,
la sombra en la sombra,
la memoria borrada
en páginas lejanas.

Nadie acaso sepa;
me fui varias veces
de tantos lugares,
perdí la cuenta.

DEJO

Te dejo,
así nomas
como los olvidados
recuerdos.

Sin mirar atrás,
sin decir nada;
sólo queda 
hondo silencio.

No espero,
no siento, ni sueño,
dejo que corra
así el universo.

Todo hace su parte,
todo participa
en la despedida
del desprecio.

Me alejo,
un poco más,
nada más
que unos pasos.

Suficiente
para ser el ocaso
de tus días
de enero.

ABAJO

No me digas 
de mis poemas
nada.

Somos distintos,
muy diferentes,
pero lo mismo.

Escribes sin rimas
con esa certeza prístina
de tu joven vida.

Yo me dejo llevar 
por el ritmo, la métrica,
cosas de viejo querida.

Cosas que mantuve
en el alma encendidas
y son vicio ahora.

Mis palabras
son quizás la monotonía
de decir lo mismo.

Pero es lo que consigo,
y está bien si eso puedo,
está bien si eso debo.

Aunque leo lo tuyo
y reconozco el futuro
al cual no me acerco.

Pero es así el tiempo,
te atrapa en sus redes,
te pega al suelo.

Vuela alto siempre,
abre muy bien tus alas,
yo me quedo abajo.

Abajo de todo,
mirando; siempre miro
las aves que se marchan.

BIEN LEJOS

El cielo dentro mío
quiere llover sin parar,
lleno de nubes y frío
como si quisiera llorar.

Cierro los ojos, no miro,
no quiero que pueda pasar
eso de quedarme vacío
como el viento que se va.

Me guardo en mi silencio 
todo lo que pueda callar,
para andar bien lejos,
lejos de la soledad.

SUICIDA

Me suicido en partes,
en proyectos y fantasías,
en desasosiegos varios
muero un poco cada día.

Se me suicidan ideas,
cada noche, todavía,
como también proyectos
de cosas que no sabía.

Se me suicidan amores
sin nacer todavía,
temores nacen y mueren,
se me suicida la vida.

SOÑAMOS

De cielos lejanos
caen estrellas blancas,
como luciérnagas preciosas
se precipitan desde arriba
hasta la tranquila agua.

Flotan en el espacio
como copos de nieve claros
iluminando así el ocaso
preludio de una noche
maravillosa de milagros.

Los sueños serán verdades
tangibles con las manos;
la felicidad moneda corriente
con la cual compraremos
todo lo que anhelamos.

La luna será un faro
que ilumine las sendas
que seguirán nuestros pasos;
dejaremos perennes huellas
donde vayamos pisando.

Luego despertaremos
con la sonrisa bien en alto,
será ese sol siempre tibio
que dará vida a las flores
de la vida que amamos.

LEJOS

Finjo que no existes,
me hundo en la rutina,
los días son monotonía
de ausencia masiva.

Miro atrás y no te veo
caminando conmigo
en esos tiempos, ni ahora,
ni mañana, ni en sueños.

Pero estás en los aspectos
oscuros de mis pensamientos,
en las ganas de no hacer nada,
hundirme hondo en el silencio.

Perderme en el ocaso
rojo de los que se fueron
para así irme contigo
al mismo infierno.

LETRAS

Si pudiera las palabras
serían todo lo que busco,
todo lo que necesito
para mis poemas.

No necesitaría más nada,
nada más que las letras
cayendo en todas las hojas
del cuaderno que espera.

Como agua que fluye
de lo alto en la montaña,
en gotas se hace pedazos
al caer por la ladera.

Retazos de letras sueltas
llegarían a formar versos
para develar en su caos
algún sentimiento.

AROMA

Sonríes cuando llegas,
iluminas así mi día,
me inundas el alma
con tu simpatía.

Me dices tu nombre,
ese que ya sabía;
me miras amable,
me colmas de dicha.

Siempre te despides, 
dejas así en el aire
de primavera tu aroma,
estación de mi vida.

SENTENCIAS

Las lineas de mis manos
nunca fueron escritas
como si fueran un libro
del destino de mi vida.

Si las lees no veras nada
o leerás cosas poco claras
puestas por esos albures
expertos en estafas.

Palabra tras palabra
se dictan las sentencias
esas de cuales nadie habla
pero a que a todos afecta.

Por eso mis puños
no golpean si no ocultan
con todas sus fuerzas
esas cuestiones oscuras.

TINIEBLA

Después de todo,
del día que se aleja,
de la noche mágica
con su luna a cuestas.

Del verano agobiante,
el otoño siempre regresa;
después todo, al final,
nada nos queda.

Ni la luz del recuerdo
en la profunda tiniebla 
del tiempo que arrasa,
todo consigo se lleva.

PASADO

No mires lejos
donde todo es difuso,
donde el futuro
es oscuro.

Quédate ahora,
en el presente nuestro,
carpe diem perfecto
de sentimientos.

La primavera es esta,
esta estación apenas;
quien sabe del verano,
quien sabe si llega.

Es así el tiempo,
mera ilusión nuestra,
nos encierra siempre
en su prisión eterna.

Nos empuja adelante
con la carga del pasado,
nos condiciona el ahora,
que va quedando.

Nos dice que termina 
el amor de vez en cuando,
nos colma de recuerdos,
nos hunde en el pasado.

HOGUERA

Gris,
gris cielo,
grises nubes
en el pensamiento.

No hay soles,
ni estrellas en lo alto,
solamente el gris
oscuro del invierno.

Las aves cantan
melodías de primavera,
dulce melancolía
gris como la espera.

Gris como la ceniza
que la brisa lleva,
recuerdos de papeles
quemados se elevan.

FALTA

Me buscas en la brisa
de esta noche extraña,
donde todo parece nuevo,
donde todo parece nada.

El frío imprudente
golpea feroz mi ventana,
me invita a quedarme dentro
de mi casa bien cerrada.

Pero salgo igualmente
como si fuera un fantasma
para verte si es la suerte,
encontrarte si hace falta.

DIOSA

Sientes,
vives, respiras
el aire de la poesía
oral o escrita.

Fotografías
de palabras,
de luces y sombras
nunca dichas.

Contornos,
sombras en la caverna,
manos que acarician
una realidad ajena.

Estás al borde
del rayo de los dioses,
diría Hölderlin,
al que conoces.

Yo contemplo
destellos de tu sonrisa,
mis manos vacías
acarician ironías.

Miradas perdidas
en horizontes sin alma,
de esos metálicos
como raras vallas.

Pero puedes ver lejos,
allá donde no comprendo,
donde lo llego nunca
con el pensamiento.

SOLITARIAS

Sigo pasos
en calles extrañas,
percibo a las hojas
volando solitarias.

Miro su destino,
como se elevan alto,
como caen despacio
casi flotando.

Un sueño acaso
de esos reservados
para pocos poetas.
para nostálgicos.

SOMBRA

No quiero

este sol pesado,

este aire molesto

en mis manos.

Ni las noches

con el calor

agobiante

del verano.

Prefiero el otoño

con sus hojas secas,

con la brisa fresca

cada mañana.

Caminar por sendas

rodeado de nostalgia

mirando ramas secas

sin aves, sin nada.

Esperando el invierno

donde las sombras

cubren cada parte

del universo.

Libre de recuerdos,

una sombra sin dueño

en el cielo diáfano

del tiempo eterno.

AZOTEAS

Para leer en voz alta,
parado arriba de la mesa.
A los gritos como pregones
de los antiguos poetas.

Para que todos se paren
en la calle a escuchar.
Atenta la gente toda,
tres minutos apenas.

Ganarse al público
como un carnaval de letras,
como un circo de la catarsis
en una demagogia poética.

¿Pero saben algo?
Me gusta esa loca idea,
que todos en lo alto
digan sus poemas.

Acallando el ruido blanco
de los celulares inventados
para de a poco alejarnos
del lenguaje tan claro.

Volvernos fríos,
seres todos productivos
de números cuales metáforas
del dinero metafísico.

Por que las revoluciones,
los verdaderos cambios,
comienzan por este lado,
por el pensamiento.

Por el lenguaje 
que el mundo interpreta.
Vemos lo que pensamos,
comprendemos lo hablado.

Por eso veo con agrado
a quienes se cargan al hombro
todas las palabras aquellas
y las sueltan como palomas

Para llegar bien alto,
superando las azoteas
del mundo mediocre
vacío de poetas.

TODO

Listo. Largo todo.

Todo eso que pasamos.

Eso que vivimos 

y negamos.

Negamos tantas cosas,

a nosotros mismos

por el otro.

Y por no ser nosotros

no fuimos uno

y el otro.

A vos te largo

como en un tobogán

hasta abajo.

Allá lejos

donde somos eso

que no seremos.

LEJANO

Estás ahí,
donde siempre,
donde nunca,
para siempre.

Tu sonrisa 
se desdibuja
en fotos sepias,
imperfectas.

Donde nada,
donde todo
queda acaso
en el pasado.

Te nombro
en el silencio 
de quien recuerda 
sin pensarlo.

Te olvido
cada gris día 
sin la alegoría
del amor lejano.

ESO

¡Vamos! Decí eso

eso que te tiene loco,

loco como todos esos

esos que se durmieron,

durmieron a la vida;

vida, dormir ¡sueño!

Sueño, fantasías, retazos,

retazos de sueños,

sueños perdidos.

¡Perdidos están ellos!

¡Ellos todos cobardes!

Cobardes que no vislumbraron,

no vislumbraron su miedo,

miedo a gritos en los acantilados,

acantilados bordes del silencio.

¡Silencio! Eso somos,

somos sólo eso, miedo,

miedo a decirlo todo,

todo eso que da miedo,

miedo por el lenguaje

lenguaje de palabras

quebradas como vidrios.

Vidrios que cortan,

cortan las venas mismas,

mismas venas sangrantes

de palabras alusivas,

alusivas al silencio.

¡Silencio! ¡Maldito silencio!

¡Silencio maldito! ¡Te odio!

Odio como odias al viento

viento que lleva los vidrios

vidrios rotos de espejos,

espejos opacos, sucios,

sucios como los sentimientos.

Sentimientos que dibujan

las aves en sus canciones,

canciones acartonadas por esos,

esos comerciantes del verso,

versos de cristales sucios,

sucios de toda la sangre,

sangre de quienes fríos,

fríos no dijeron eso.

AVES

Las aves
tienen su destino
de cielos altos
de eternos vuelos;
de nidos imaginarios.

De universos lejanos
donde todo es sorpresa,
el sol es una estrella 
de colores mágicos
entre nubes perfectas.

No mueren, son eternas,
como ráfagas de vida
en lienzos nostálgicos
donde las pintan siempre
todos los locos poetas.

Son la rima perfecta,
la metáfora secreta
que encierra silente 
los signos ocultos
del lenguaje inerte.

ADMIRO

Miro

el día gris

frío, sin alma.

Hacía calor

hoy a la mañana,

pesado, hastío.

Pero ahora admiro

el frío que llega,

colma mis sentidos.

Me despeja la mente

de pensamientos vacíos

donde no te percibo.

ARRIBA

No estás
ahí donde estabas,
ni siquiera
donde no estabas.

Ni en en la luna,
la noche, el día,
la tristeza, la dicha,
todo, la nada misma.

En mis manos,
esas caricias; acaso
en los puños inútiles
que golpean arriba.

En el circo cotidiano
de la secuencia de días,
de esa monotonía
a la que llamo vida.

No estás,
nunca estuviste,
nunca supiste
lo que te quería.

SOLES

Satélites
orbitan el planeta,
lunas muy pequeñas
chocan entre ellas.

El cielo brilla
con cada colisión,
llueven estrellas,
breves cometas.

Colecciono fotos
con cada detalle,
con cada avistaje
de lunas viajeras.

Me quedo silente
viendo el horizonte,
como cae la noche
como llueven soles.

VERSOS

Poemas,
nada más, 
ni menos.

Palabras
ordenadas
en versos.

Sentimientos
en blanco 
y negro.

Una foto
en píxeles
escuetos.

Paisajes
expuestos
como puedo.

Sólo eso,
sólo esto
poseo.

ODISEA

Ven pronto

de donde sea,

de arriba, abajo,

derecha, izquierda.

El sol, el ocaso,

la luna, el mar,

el futuro, pasado,

la suerte, apenas.

La vida misma

donde se encuentre,

o no se encuentre,

donde se pierda.

Ven pronto

que nada queda,

o queda todo

pero revuelto.

Todo

pero sin forma,

todo, pero perfecto,

en un todo molesto.

Un bloque oscuro

que jamás comprendo,

golpeo con fuerzas,

nada obtengo.

REFLEJO

No puedo
o no quiero,
o por no querer
es que no puedo.

O será acaso
porque no puedo
es que no quiero
darle a mis poemas
algún vuelo.

Romper esquemas,
ser más que esto,
el remedo fatuo
de literaturas viejas
que por ahí observo.

Pero esto,
sólo esto tengo;
mis versos torpes
son el mero reflejo
de torpes sentimientos.

MIRADA

Al revés

los relojes

en paredes

blancas.

Metáfora

del tiempo

que renace

de mañana.

Atisbo fresco

de primaveras

un día de esos

con magia.

Tu mirada

siempre lejana

le hace bien

al alma.

A mis manos,

a mis palabras,

al universo,

a la nada.

SIN NADA

Nada,
sin poemas
ni palabras.

Sin ruido
o silencio 
que cansa.

Sin el alivio
del olvido
tan temido.

Sin tu mirada,
tu sonrisa,
tus lágrimas.

GOLPES

Siempre el frío

vuelve en la noche.

Cual mensaje,

cual reproche

Estadio del tiempo

como una metáfora

de oscuras flores.

Jardín silvestre

donde perecen

las hadas perennes.

Donde las manos

cerradas, feroces.

Buscan en vano

ser duros golpes.

PRIMAVERA

No me gusta
la primavera,
preludio siempre
del verano.

Flores nuevas
desde temprano,
noches breves
de sueños altos.

Parejas en la calle
sonriendo sin miedo
al amor que se quiebra 
en mil pedazos.

Felicidad en el aire
como si fuera parte
del universo acaso
algo razonable.

Tu nombre flotando
en cada mariposa,
en cada rosa el aroma 
de tu piel tan suave.

Tus palabras
en mi memoria 
como un latigazo
que me despierta.

Me saca del invierno,
de sus sombras eternas,
de su frío que calma
los dolores que aquejan.

DICHA

Miras al cielo,
ves la lluvia 
amanecida.

Levantas
tus manos bien alto
para atrapar gotitas.

Cantas despacio
algo como una poesía
de versos y sonrisas.

Caminas un poco
de un lado al otro,
persigues fantasías.

Buscas urgente
las razones perdidas
de esta vida.

ROSA BLANCA

Sin avisar
desde la nada,
llega en silencio,
rosa blanca.

Nadie nunca espera
lo que siempre pasa.

Lo que nos marca
la importancia 
de los días,
la nostalgia.

Recuerdos borrosos
que nos engañan.

Memorias de vida,
papeles sin alma,
sonrisas quebradas,
lágrimas lejanas.

AGUJAS

Llovizna
como un castigo,
como el atisbo
de un invierno 
perdido.

El cielo
esconde su brillo,
el sol se ha ido
a quien sabe
donde.

Ciego camino
debajo de las agujas
pertinaces que asolan
mi cara, mis manos,
cerradas.

Te busco en todas
las esquinas absurdas
de calles oscuras,
de caminos sin rumbo,
sin pista alguna.

VALIENTE

Deja,

es así todo,

no busques

un modo.

La noche

tiene sus cosas,

no hay flores,

no hay rosas.

No hay tampoco

lo que todos nombran,

lo que lees en libros,

lo que anhelas.

Pero puedes,

si eso te alienta,

hacer el intento

buscar respuestas.

Aunque te digan

que nada se puede,

debes ser fuerte,

ser valiente.

No alienarte

como me ha pasado,

como he dejado

que me afecte.

ALTO

Luces arriba,

allá, muy alto.

Donde nace el enigma,

donde muere el ocaso.

Donde las aves no llegan

ni en sus vuelos

más osados.

Donde tu cuerpo emigra

buscando el verano,

para su frío descanso.

ADMITIRLO

Por ese lado,
ese es el rumbo.

Sabes el camino,
sabes donde me dirijo.

Las palabras 
son ese destino
de poemas sin ritmo.

De metáforas extrañas
como decir que la luna
es un moebius infinito.

Es ese faro que guía
en las noches los peregrinos
pecadores, indecisos.

Como decir que tu cuerpo 
es esa luna que admiro,
sin respeto, con lujuria.

A veces con amor,
con deseo, con delirio.

Como quien te adora
y teme admitirlo.

EDADES

Las edades diferentes
son como bisagras
de puertas extrañas.

Hay edades de cierre,
edades de aventuras,
de memorias absurdas.

Pero nunca de olvidos;
para eso no hay edades,
para eso hay tumbas.