Anoche escuché la melodía
de los relojes somnolientos,
sus tictac tienen un ritmo extraño
que se reconoce en el silencio.
Casi siento deslizarse
a las agujas marcando horas
de un tiempo que va quedando
siempre muy lejos.
Intentaba rememorar las cosas
que tuve y que se perdieron
quien sabe como pero es tarde
para pensar en su regreso.
Me queda intentar imaginar,
buscarle la razón a lo que pasa
para así comprender, tal vez,
aquellas cosas que no entiendo.
Porque, si tengo suerte, al menos
llenaré las arcas vacías de mis sueños
de momentos vividos como fotografías
que hoy contemplo de nuevo.
2 comentarios:
Q LINDO LO Q ESCRIBIS, ES LINDO LEERTE Y REFLEXIONAR A TRAVES DE LA LECTURA DE TU BLOG.
PASABA A DEJAR SALUDOS, YA Q HACE MUCHISIMO Q NO ENTRABA A LOS BLOGS..
Es verdad, tanto tiempo che. Gracias por pasar!
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