Te quiero mucho siempre,
más allá de verte o no verte,
más allá del tiempo que corre
en los relojes ausentes.
Tu mirada está en mi memoria;
al cerrar mis ojos veo tus ojos
y una luz en mis pensamientos
de todos los días se enciende.
Tu sonrisa es mi sonrisa,
aunque haya tristezas en mi vida
llevo en el pecho latiendo
mi corazón que no te olvida.
Será que no hay agonía
más hermosa que recordarte
como era cuando estabas conmigo
este universo que me dejaste.
Este universo sin estrellas,
porque todas te las llevaste,
pero al pensar que existes,
quien sabe, en alguna parte.
Vuela muy alto una paloma
de esperanza con un mensaje,
las palabras que tengo reservadas
cuando vuelva a encontrarte.
En cualquier esquina de cualquier calle;
quizás no lleves esa sonrisa pero podría,
si tú quieres, devolverte la alegría
que un día, por amarme, me dejaste.
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