Tienes una luz maravillosa
que no es como otras luces,
es especial y muy cálida,
tiene una dulce belleza
de cosas cotidianas.
Tu sonrisa se hace sonrisa
en mi cara, en cada cara;
te veo reir en todos
y es como si tu alegría
siempre me acompañara.
Si lloras lo hace el día
que aunque soleado y dulce
se llena de una melancolía
que ahoga todas las estrellas
de una noche demasiado fría.
Será que el universo comtempla,
absorto, toda tu preciosa vida,
y siente contigo las emociones
que en tu pecho se arremolinan
como hojas llevadas por la brisa.
Tu luz brilla más que un sol
en el medio de una galaxia;
mi pequeño corazón de poeta
es apenas un planeta que orbita
la calidez de tu mirada buena.
domingo, 1 de junio de 2008
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