Acaso te sientas libre,
sin el peso de lo pasado,
ya limpia de mis besos,
ya sin esa pasión que podía
hasta la locura llevarnos.
Flotas de nuevo en el universo,
como un pétalo llevado por el viento,
como un diente de león llegas lejos
y te deshaces ante el soplido
de mis palabras en tu pensamiento.
Porque gracias a mí has cambiado;
sea malo o sea bueno me lo debes;
dejaste de ser la altiva estrella
que brillaba egoísta en su cielo,
probaste la verdad aunque duela saberlo.
Te duele aún la imagen del espejo
que te mostré un día quebrando
en mil pedazos tu ego; fui malo,
o quizás fue mi manera de ser bueno;
renaces distinta después del duelo.
Eres otra, más buena, positiva,
más amante de la vida y eso es acaso
lo que siempre quise en tus días,
que seas feliz como dices ahora serlo,
que sueñes con el amor, ese amor
que nunca antes podías conocerlo.
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