El tráfico se detiene,
cesa el ruido un momento;
todos se quedan viendo
arriba, muy alto, el cielo.
Como una revelación,
como un extraño destello
de repente comprendemos
que nada más importa nada.
Que es vacuo todo lo nuestro,
la razón misma de los esfuerzos,
la guerra, la paz, el amor,el odio,
acaso también el fuego.
Dejamos todo de lado y corremos
hacia un lugar que no sabemos
pero es un paso en la evolución
del hombre perdido en este tiempo.
Desde arriba nos observan sonriendo,
saben que somos pobres y pequeños,
que aún nos resta mucho camino
por recorrer en este universo.
jueves, 21 de enero de 2010
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2 comentarios:
Interesante poema.
Cariños.
Caro
Un poema fuera de lo común, aunque he escrito cosas más raras aún.
Muchas gracias Caro por el comentario! Hace tiempo que no tenia noticias tuyas.
Espero que estés muy bien.
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