La mesa es el campo
de una singular contienda,
en ella se desata la más loca
de todas las guerras.
Silencios y palabras
en papeles sobre la mesa
debaten su existencia:
ser o no ser respuesta.
Yo miro asombrado
y en lo alto mi lapicera
es como el martillo de un juez
que cuando cae da sentencia.
Que calle todo, que calle;
las palabras deben quedar quietas,
aunque el silencio hoy aquí no gana
quiero un poco de paz esta noche
de voces en mi cabeza.
2 comentarios:
muy bueno tinchin! me gustó! besitos!
Gracias Naty por pasar una vez más!!
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