El cielo tiene una estrella
que ya no se verá en lo alto,
se quedará dormida en lo profundo
del oscuro universo extraño.
Sus sueños serán el ocaso
en un planeta muy lejano,
donde hay dos soles anaranjados
que dan luz a esos páramos.
Pero en este mundo donde estamos
solamente notaremos el vacío,
un puntito menos en el cielo,
una luz que no se ha encendido.
Un poema perdido para algunos,
una carta que no se ha escrito,
un beso que se queda guardado
en unos labios arrepentidos.
Una canción que nadie canta,
un instrumento que triste calla;
un número menos en las matemáticas
que analizan los conflictos.
En las estadísticas no figuran
las estrellas que se han ido,
su luz se evade en la nada,
siendo ellas la nada misma
en un todo infinito.
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