Quise dejarte atrás,
en el olvido que todo lo consigue,
en las horas lejanas que quedan libres
de angustias y pesares que oprimen.
En el tiempo pasado que siempre es hermoso,
porque queda lo bueno, lo maravilloso,
porque se une lo sucedido con los sueños,
las ilusiones donde se reconstruye todo.
Pero no consigo más que traerte a mi mente
y estás, como siempre, indiferente mirando
mi mundo que está ahora cerrado a todo,
que está guardado para evitar más daños.
Mi mundo que tiene tus marcas, acaso,
sea mi mundo tu universo y deba borrarlo,
retomar una nueva senda donde no estés cerca
condicionando todo a tu etéreo paso.
Acaso deba dejar de escribir como respuesta
a todos aquellos poemas que son el resultado
de las heridas sangrantes que dejé en tu alma;
alas rotas de un fénix que su vuelo no remonta
que se hunde en cenizas frías que nadie toca.
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