Quise ser como una luz,
no esta mueca desconocida.
Ser respuesta y alegría,
no las razones malditas
para herirte sin medidas.
Un espejo que muestre lo mejor
de tu alma, como una verdad
que atraviesa los espectros.
Pero fui arrastrado sin remedio
por las tinieblas de tu vida
a un espacio que no conocía.
Será que nunca fui compañía,
ni estuve a la altura, no tuve carisma;
mis sombras son peores que tus días.
Mis sombras se aliaron a las tuyas
y formaron un ejército que daba guerra
en cada palabra que de nosotros nacía.
Desde mi tribulación no sabía
que no existía nada más que el amor,
la comprensión, una sonrisa.
Una máscara que no te quitas,
una sombra detrás de esa mentira.
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