Quiero vivir porque no regresan
los días que se marchan en esta rueda,
en este continuo que llamamos tiempo,
en este espacio de tres dimensiones
donde nos desenvolvemos.
Lugar de donde poco a poco,
sin querer, nos vamos despidiendo,
salvo los suicidas que apuran el paso
de un estado del alma a otro nivel
que por ahora desconocemos.
Y si la muerte llega, siempre llega,
un día cualquiera cuando ella quiera,
no opondré resistencia ni batalla,
creo que todo alguna vez se quiebra;
estamos de paso en este planeta.
Pero no para llevarnos algo,
no para inflarnos los bolsillos,
si no para hacernos grandes y dignos
ante los ojos de quienes necesitan
de nuestra comprensión, nuestro cariño.
No ahorremos nada en esta vida
que todo se va, se acaba, se termina;
el amor es una fuente infinita de dicha
pero muchas veces nos causa grandes penas,
aunque también nos colma, nos eleva.
Nos hace locos, bohemios y poetas;
después de todo nadie pasa en esta vida
sin saber lo que el amor significa,
y si la muerte siempre cumple con su día,
el amor es todo en esta tierra.
En este universo y los demás espacios
de un infinito nacido hace mucho, desde luego;
el amor va más allá de la muerte, es una luz
que inunda pasado, futuro y presente,
es aquello que venció siempre porque es vida
es la vida eterna de quienes quieren.
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