El viejo viento sopla,
como siempre, desde tan lejos.
Trae consigo voces que no conozco,
aromas de lejanas y preciosas flores.
Juega con las cortinas de mi ventana
que canta su serenata de silencio.
Me llega a la cara como una caricia
de aquellos que han muerto.
De aquellos que quería,
y muchas veces siento que aún quiero.
Descalzo en la arena imagino mis pasos
con el susurro de un mar aéreo.
Con olas que son frescas ráfagas
que me quitan por momentos el sueño.
Este cansancio de un día siempre largo
que se repite todo el tiempo.
Quizás algún día consiga irme lejos,
ser parte de la brisa o del trueno.
Desvanecerme como una delicada gota
al chocar mansa el indiferente suelo.
Como el aroma de las rosas
en los inciertos ocasos que poseo.
Como una palabra nunca dicha,
aquella que guardé siempre.
Aquellas que tuve que haber dicho
pero ahora es en vano todo.
Como es en vano soñar que me roza
esa suavidad de tus cabellos.
2 comentarios:
hermoso, mágico, espléndido... como decirlo, lo sentí dentro como si fueran mis palabras las que decias al viento... gracias, besos
Muchas gracias por el comentario!! Y que bueno que te pudiste identificar con estas palabras. A mí me gusta leer tus poemas, sos muy buena.
Un beso. Y gracais nuevamente.
Martín
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