Ha triunfado el fracaso, todos,
y cada uno, de los esfuerzos han sido
en vano.
Nada, ni las palabras, ni los momentos,
ni las horas compartidas han servido
para algo.
Duele sentirse despreciado, perdido
en la indiferencia que no puede ahogar
ni siquiera el llanto.
Es mejor, ante esto, ante un amor quebrado
partir para siempre, dejarte eternamente,
olvidarme de tus ojos claros.
Después de todo, nada vale sufrir tanto,
este cariño ha sido un sueño hermoso
del cual he despertado.
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